Si quieres tener buenos vecinos, primero debes convertirte en un vecino como esperas que sean los que te rodean. Hay algunos consejos que te ayudarán a integrarte mejor en tu barrio y, por tanto, en la comunidad a la que perteneces. Las relaciones de calidad, desarrolladas con quienes te rodean, influirán positivamente en el buen funcionamiento de las cosas en la vida cotidiana.
Una atención
Tanto si has decidido mudarte a otra ciudad, como si acabas de cambiar de barrio o no sabes cómo iniciar una conversación con tus vecinos, hay algunas formas sencillas que pueden ser una puerta abierta a la comunicación y a una relación duradera. Si te gusta conocer gente nueva y hacer amigos, una galleta, una llamada a la puerta, una sonrisa y una invitación a un café serán suficientes para empezar.
Los buenos vecinos rara vez cotillean
Si tu vecino conoce los problemas y conflictos de la mayoría de las familias del barrio y, sin embargo, adopta una actitud indiferente y es diplomático, entonces puedes confiar en que también vigilará tu vida personal. Es una prueba de madurez en el trato con los que te rodean, independientemente de su origen.
»Sí» siempre que puedas
El vecino que dice «avísame si necesitas algo» probablemente no te ayudará cuando necesites algo. Tú, en cambio, eres un buen vecino y quieres ayudar de verdad.
Para superar las discusiones sin sentido, anticípate a sus necesidades cuando puedas. Si tienen hijos y necesitan que alguien se quede con ellos una noche, y tú sabes que estás disponible, ayúdales. Si alguien necesita un artículo o cualquier otra cosa, demuestre que le importa.